Cuándo añadir micropatch o ferrografía analítica

Micropatch y ferrografía analítica

Las pruebas Micropatch y Ferrografía Analítica se realizan normalmente después de que las pruebas estándar indiquen un problema, lo que significa que un problema justifica una investigación más profunda. Estas pruebas ayudan a los analistas de datos a estudiar el desgaste por partículas en los componentes de las máquinas mediante el análisis visual de los depósitos capturados en el aceite. También pueden utilizarse para predecir y diagnosticar averías en los equipos.

Captar lo que el análisis del petróleo no puede

Lo ideal sería que los componentes de misión crítica se sometieran periódicamente a pruebas de micropatch o ferrografía analítica para identificar tendencias similares a las de los análisis de aceite estándar. Dado que estos métodos son pruebas cualitativas y visuales, un analista puede identificar precursores de modos de fallo. Esto incluye signos como esferas metálicas (que apuntan a signos tempranos de fatiga) o decoloración térmica (signos de calor excesivo en zonas localizadas), que no podrían detectarse en el análisis elemental rutinario (ASTM D5185).

Señales para añadir micropatch o ferrografía analítica

En resumen, cualquiera de las dos pruebas es un análisis microscópico de depósitos insolubles en la muestra, pero ambas no siempre son adecuadas. La ferrografía analítica se recomienda cuando se detecta cierto contenido de hierro a partir de los resultados del análisis elemental o una densidad ferrosa elevada a partir de la prueba del cuantificador de partículas. Si los límites extrapolados identifican un nivel anormal, esta prueba se utiliza para determinar el modo de desgaste (corrosivo, fatiga, fretting, etc.) y la gravedad del estado en función del tamaño, la forma y la frecuencia de los depósitos respectivos. El análisis elemental sólo permitirá detectar partículas de tamaño inferior a aproximadamente diez micras. La prueba microscópica no discriminará los metales de desgaste capturados con respecto al tamaño de las partículas, y una cantidad suficiente de hierro también hará que se depositen metales no ferrosos y/o contaminantes. El portaobjetos de vidrio del ferrograma también puede someterse a tratamiento térmico si ciertos depósitos de metal de desgaste no son identificables. Las aleaciones experimentarán una variedad de decoloración térmica a una determinada temperatura en función de la composición metálica, lo que permite mejorar las recomendaciones.

El Micropatch es una opción adecuada cuando hay metales de desgaste no ferrosos elevados o contaminación externa en ausencia de una detección significativa de hierro. Una de las mayores ventajas de esta prueba es que el parche de membrana captará esencialmente todos los depósitos insolubles en el aceite. Sin embargo, el nivel de contaminación de otras fuentes (suciedad, hollín, contaminantes ambientales, etc.) tiene el potencial de desviar a un analista de esta recomendación frente a la ferrografía analítica. Si hay o se espera que haya demasiada contaminación, puede producirse un apilamiento de partículas y perderse información significativa debido a la incapacidad de identificación visual. Las pruebas de ferrografía analítica disponen de técnicas que pueden evitar este problema durante la interpretación.

 

Ferrografía analítica y pruebas de microparches

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Publicado el 10 de septiembre de 2021